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domingo, 30 de diciembre de 2012

Estudio europeo sobre el tráfico urbano y el vehículo del futuro


Tres cuartas partes de los españoles espera que la conducción autónoma sea algo habitual en el plazo de veinticinco años para poder liberarse de la estresante tarea de estar pendientes del volante en todo momento, según el estudio europeo ‘El Coche del Mañana’ elaborado por la plataforma de vehículos en la red AutoScout24, que mueve uno de cada tres vehículos que se venden en España. 

El informe –que recoge las expectativas de cerca de 9.000 conductores de siete países europeos sobre el coche del futuro- pone de manifiesto cómo la gran mayoría (90%) apuesta por un vehículo inteligente que garantice su seguridad en carretera, pero también que transforme su driving experience.
De esta forma, si bien el ‘piloto automático’ pronto tendrá un papel activo en nuestras vidas, no todos están dispuestos a renunciar al placer de conducir; de hecho, en sintonía con nuestros vecinos europeos, buena parte de los automovilistas españoles confía en poder decidir cuándo sí y cuándo no soltar el volante (44%).

El informe de AutoScout24 muestra cómo los españoles valoran más que los europeos todas las funciones relacionadas con la seguridad. Así, para el 82%, el coche del mañana deberá tener inteligencia artificial, reconociendo situaciones de riesgo y reaccionando en tiempo real para corregir conductas y reducir la siniestralidad.

De esta forma, el 86% confía en que los coches del mañana tengan conexión directa con los servicios de emergencia, lo que se conoce como e-call; o, lo que es lo mismo, capacidad de avisar automáticamente al 112 en caso de accidente, advirtiendo de la hora, personas implicadas y lugar exacto del siniestro para garantizar un auxilio eficaz en carretera.

Además, el coche del mañana deberá también comunicarse de forma directa y automática con talleres, autoridades y aseguradoras mediante el envío instantáneo de datos. El coche se convertirá así en una suerte de “caja negra” que permitirá diagnosticar averías vía remota, hacer un seguimiento de la conducción para adaptar la prima a la conducta al volante e incluso verificar el cumplimiento de los límites de velocidad. Estas funciones, que son muy bien acogidas entre los españoles (74%), despiertan, sin embargo, cierto recelo entre los europeos (55%) por sus connotaciones de control. 
En cualquier caso, todo apunta a que la transferencia de datos se convertirá en una opción activa de serie. De hecho, un 78% espera que el coche del mañana incorpore sistemas ‘car-to-car’, capaces de conectar los vehículos para crear un cadena de información y, de esta forma, intercambiar alertas de tráfico, información meteorológica, etc. para, por ejemplo, evitar determinadas vías y atascos.

Adiós a las maniobras de aparcamiento
Sin embargo, el informe de AutoScout24 muestra cómo las expectativas de los conductores no se limitan a la seguridad, sino también con la comodidad y practicidad al volante. Así, el 73% de los españoles, frente a casi el 63% de los europeos, desearía que las técnicas de aparcamiento autónomo se popularizasen para que todos los coches encontraran plaza de manera automática y estacionaran solos, sin tener que estar dentro del vehículo.

Menos realista les parece la opción de ‘plegado automático’ del coche para aparcarlo, aunque más de la mitad (54%) reconoce haber soñado con ello en más de una ocasión. Pero la comodidad no sólo se mide a la hora de estacionar; muchas de las mejoras potenciales se centran precisamente en hacer más ameno el propio trayecto. Así, el 62% de los españoles ven imprescindible que los vehículos del mañana dispongan de wi-fi de alta velocidad.

Este srvicio, que se valora en España por encima de la media europea (47%), permitirá convertir el coche en centros móviles de entretenimientos, cumpliendo con las exigencias del 59% de los españoles, que ven básica la opción de reproducir a bordo películas o series online.

Movilidad a bajo precio 
El estudio de AutoScout24, que analiza entre otros aspectos la movilidad del futuro, muestra cómo uno de los imprescindibles del coche del mañana es garantizar una movilidad práctica a bajo precio.
Así para el 86% de los españoles un bajo coste de consumo por kilómetro es esencial, lo que pasa necesariamente por introducir energías alternativas que reduzcan la dependencia del crudo.  
Sin embargo, para los encuestados la popularización de este tipo de motorizaciones no puede hacerse “a cualquier precio”. Esto explica la división de opiniones entre aquellos –un 37%- que piensan que el coste derivado de las infraestructuras de recarga debe trasladarse al contribuyente y los que defienden que sean sus propios conductores quienes asuman ese gasto (17%).

Asimismo, el informe muestra cómo el salto real a los vehículos eficientes (eléctricos, gas…) estará condicionado por la practicidad de uso. En opinión del director general de AutoScout24, Gerardo Cabañas, “todo indica que no basta con que el coche del mañana permita desplazamientos más baratos y sea respetuoso con el medio ambiente, sino que deberá ser útil en el día a día”. 

De hecho, El Coche del Mañana revela que, en línea con los vecinos europeos, casi una tercera parte de los españoles exige una autonomía mínima de 500 kilómetros para hacerse con un vehículo de estas características, si bien un 29% reconoce que no se conformaría con menos de 800 kilómetros.
La llegada de estas tecnologías alternativas, eléctricas en su mayoría, traerá consigo una considerable reducción de la rumorosidad del vehículo, cumpliendo las expectativas de dos de cada tres conductores, que esperan que su coche sea totalmente silencioso para así viajar plácidamente y, cómo no, rebajar la contaminación acústica. 

Sin embargo, no todos ven la ausencia de ruido como una ventaja, ya que el 27% cree que ello podría reducir la seguridad de conductores y peatones, e incluso hay quienes, nostálgicos, aseguran que echarían de menos el ‘rugido’ de los motores tradicionales (4%).

No sólo cambia el coche, también su uso
El informe, que aborda también los retos futuros que plantea el actual modelo de movilidad, muestra cómo este nuevo concepto de coche permitirá hacer frente a algunos de sus desafíos, como son los atascos kilométricos o las dificultades para encontrar aparcamiento. 

Para Gerardo Cabañas, “todo apunta a que para acabar definitivamente con la demonización que pesa actualmente sobre el automóvil también será preciso un proceso de educación, un cambio de mentalidad más responsable en cuanto a su uso”.

Esta nueva mentalidad exige, en primer lugar, descongestionar los núcleos urbanos, lo que para una mayoría de conductores pasa por renunciar al coche en el centro de las ciudades (40%) o bien permitir el acceso sólo a los vehículos más eficientes (28%).

A lo que no están dispuestos a renunciar los conductores es a la independencia de tener coche propio. Así, alternativas de moda como el ‘carsharing’ -vehículos compartidos por varios usuarios- no parece que vayan a fraguar en el futuro; no en vano, cerca de un 70% las rechaza de plano, frente al 64% de los europeos.

De esta forma, sólo el 5% de los conductores españoles estaría dispuesto a prescindir de su coche en propiedad, mientras que la idea de un modelo mixto (utilitario urbano en propiedad para trayectos por ciudad y alquiler para desplazamientos de larga distancia) únicamente convence al 18%, cinco puntos por debajo de nuestros colegas europeos.

Poco margen para diseños 
extravagantes
El informe de AutoScout24, que también se detiene en el diseño e imagen del coche del mañana, revela que este capítulo dejará poco margen para experimentos y revoluciones en cuanto a la apariencia exterior de los vehículos. 
Los automovilistas parecen apostar por líneas sobrias sin extravagancias, siendo conscientes (95%) de que la forma deberá adaptarse a las nuevas motorizaciones –por ejemplo, la parrilla ya no será necesaria.
Únicamente, el 39% de los españoles está de acuerdo con un diseño en forma de pelota, cubo o incluso de tres ruedas. 

Aún así este porcentaje de preferencia es suficiente para situarnos cinco puntos por encima de la media europea, colocándonos entre los más atrevidos de Europa, sólo por detrás de los italianos (42%) famosos por estar siempre a la cabeza del diseño.