El peaje como solución

L os impuestos suben para pagar la deuda. Desde ese punto de vista, y si consideramos el déficit que arrastra la inversión necesaria en conservación de carreteras, parece lógico que el Gobierno pueda lanzarse al cobre de peaje de manera indiscriminada en las autovías para pagar esa “deuda”. Ya hemos alcanzado a los países que más IVA pagan, rompiendo una vieja anomalía de nuestro sistema impositivo, por lo que parece más que probable que sigamos avanzando en este campo. La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha asegurado que no es el momento de cargar sobre los transportistas españoles la “Euroviñeta”, un canon que grava el tráfico pesado en función del grado de contaminación y del desgaste de la infraestructura. Esta “generosidad” debe interpretarse como un intento de evitar el colapso de un sector -el del transporte por carretera- con enormes dificultades de viabilidad, pero si no son los transportistas los paganos, es de esperar que sean todos los demás conductores. El pago de un peaje “blando” a todos los conductores de la red de autovías parece que saldrá pronto del Ministerio de Fomento, con la autorización de Hacienda. Se tratará de tarifas más bajas que los peajes tradicionales y su finalidad será recaudar lo suficiente para financiar la conservación de las carreteras. Lo importante será estar atentos para que el dinero se destine a ese fin y no vaya a cubrir a otros pufos.