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Geobrugg AG: Sistemas de protección de caída de rocas

jueves, 18 de julio de 2013

Madrid se olvida de su equipamiento

La villa y corte lleva dos años invirtiendo en mantenimiento mucho menos dinero del que necesitaría solo para mantenerse en pie. Tras gastar 9.800 millones de euros entre 2003 y 2011 en obras, Alberto Ruiz-Gallardón legó a Ana Botella una ciudad sin dinero siquiera para reparar los baches, cambiar las farolas y bancos estropeados, o sustituir los árboles secos. El Ayuntamiento gastó 224 millones en mantenimiento en 2005, el año que Ana Botella toma como referencia. Esa inversión fue aumentando posteriormente al ritmo que crecía la ciudad y, sobre todo, las inversiones de Gallardón. En 2010, el presupuesto de mantenimiento ascendía a 302 millones. A partir de entonces, con las arcas municipales heridas por la crisis y la descomunal deuda derivada precisamente de esas inversiones, comenzó el recorte. En 2011 fueron 229 millones, prácticamente lo mismo que en 2005. En 2012 se presupuestaron 184 millones, pero finalmente se invirtieron sólo 79. No había dinero para más. Este año deberían ser 156 millones, pero habrá que ver cuánto se gasta finalmente. En 2010 se gastaron 33 millones en remozar calles; este año se han presupuestado 12. En fuentes no se invierte desde 2007; de hecho, Botella apagó el año pasado 485 de 566; sólo indulto las más emblemáticas. En arreglar el mobiliario urbano no se invierte desde 2009. En alumbrado público se gastaron 7,4 millones en 2010; el año pasado se presupuestó la mitad. En patrimonio histórico, 350.000 euros en 2010; este año, cero. “Cuando mejore la situación, tendremos que meter mucho más dinero”, ha declarado la alacaldesa a El País, cuando le han preguntado por este asunto.